Pablo Rodríguez es artesano y natural de Buño y acaba de abrir este espacio para dar clases de olería y para acercar este oficio a todo el que quiera descubrir el mundo y las creaciones con barro
Levo coas mans no barro dende que era pequeno». Pablo Rodríguez es natural de Buño, la tierra de artesanos que trabajan el barro en la Costa da Morte. Tiene al mejor maestro en la familia: su tío es O Rulo, uno de los oleiros más famosos de Buño, que lleva 40 años defendiendo este oficio tradicional con su trabajo. Siguiendo los pasos de su tío, Pablo decidió traer un trocito de la tradición de Buño a A Coruña: acaba de abrir Risco Estudio, en el número 32 de la avenida Pedro Barrié de la Maza, un punto de venta de artesanía tradicional y también un lugar en el que imparte olería tradicional.
En el estudio de Pablo se trabajo con el torno. Aquí enseña la técnica tradicional para, una vez se domine, el alumno pueda realizar las piezas que más le gusten, tanto tradicionales como más contemporáneas. «Unha vez tes depurada a técnica o reto é plantear un deseño no papel e poder levalo a cabo». Cree que esa es una de las ventajas de la olería de Buño: que aprendiendo la tradición se pueden hacer piezas de diseños actuales. Para poder experimentar con el barro, Pablo tiene diferentes bonos que se adaptan a los distintos niveles, y que están pensados para que cualquier persona pueda trabajar con el barro desde cero, aunque no tenga conocimiento previo. «Son tamén unha alternativa para agasallar este Nadal».
Después de vivir en Australia, Pablo regresó a Galicia hace poco menos de dos años y decidió dar forma a este proyecto en el que espera que tengan cabida más artistas. Su idea es que Risco sea un punto de encuentro entre distintos artesanos. También destaca las piezas que realiza su tío O Rulo y que ahora pueden adquirirse en su estudio.
Desde Risco tiene una panorámica directa a la playa de Riazor. «Poder traballar así é un luxo». La acogida de las clases está siendo muy buena. Cuenta que lo que más le sorprende a la gente es el hecho de ver finalizada una pieza creada con sus manos. También los beneficios del barro sobre la piel: «Déixache as mans moi suaves porque o barro fai como unha pequena exfoliación».